El proceso electoral en la Unión Personal de Seguridad de la República Argentina (UPSRA) está a punto de llegar a su punto culminante, con los comicios programados para el próximo 11 de diciembre. Sin embargo, a pocos días de la jornada electoral, el oficialismo encabezado por Ángel García recibió dos fuertes reveses que podrían alterar el curso de la elección.

El primer golpe se produjo con una decisión del Gobierno nacional, que designó a un delegado electoral para supervisar el desarrollo de la votación, junto con la Junta Electoral electa por la UPSRA. La medida fue dispuesta por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, con el objetivo de asegurar la transparencia de los comicios ante las repetidas denuncias de irregularidades presentadas por las listas opositoras. El delegado elegido es Martín Miguel Moyano Barro, quien deberá garantizar el cumplimiento de las disposiciones estatutarias y legales durante las elecciones, además de informar periódicamente a la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales sobre el avance del proceso.

El segundo revés para el oficialismo fue la creciente interna dentro de la propia lista Celeste y Blanca, que culminó con la renuncia de un importante referente de la agrupación. Walter Alejandro Montaña, quien figuraba como candidato a segundo vocal titular de la lista oficialista, anunció su renuncia y criticó duramente la gestión de García. “La conducción nacional de UPSRA nunca entendió que la institución está para defender los derechos de los trabajadores, los cuales no se han defendido”, expresó Montaña, y agregó que García “demostró que no defiende los intereses de los trabajadores”. Además, Montaña confirmó su apoyo a la lista Verde N° 2, que tiene como candidato a secretario general a Julio Gutiérrez.

De cara a las elecciones, el oficialismo de la Celeste y Blanca se enfrentará a otras tres listas: la Verde de Gutiérrez, la Azul de Christian López, y la propia Celeste y Blanca que, a pesar de los golpes internos, mantiene su candidatura para continuar al frente del sindicato. La contienda promete ser reñida, con una fuerte competencia por el liderazgo de la UPSRA y por la representación de los trabajadores de la seguridad en Argentina.