El conflicto laboral en la cuenca petrolera de San Jorge, que involucra a más de 300 despidos en Halliburton, continúa generando incertidumbre entre los trabajadores y sus familias. El próximo 20 de marzo se llevará a cabo la última audiencia de conciliación en Comodoro Rivadavia, pero hasta el momento la empresa no ha mostrado señales de revertir su decisión de reducir personal, lo que mantiene a los afectados en un estado de gran expectación.

Alberto Riquelme, titular laboral de Comodoro Rivadavia, afirmó que, a pesar de las reuniones que se han mantenido en el ámbito de la Secretaría de Trabajo y otras instancias informales, no se ha presentado ninguna propuesta concreta por parte de la empresa para frenar los despidos. "Nosotros siempre estamos dispuestos a facilitar el diálogo, pero por ahora no hay indicios de cambios en la postura de la empresa", indicó Riquelme.

El conflicto se intensificó tras una reunión en Buenos Aires, donde Halliburton ratificó su decisión de proceder con los despidos, a pesar de que la empresa aseguró que abonaría las indemnizaciones correspondientes. Sin embargo, la firma dejó en claro que no reconocerá los francos compensatorios adeudados a los trabajadores, lo que ha generado un mayor malestar en el gremio.

Jorge Ávila, dirigente sindical, advirtió que si no se llega a una solución en la audiencia final, los trabajadores adoptarán medidas de fuerza, comenzando con la implementación de un "trabajo a reglamento", lo que implicaría una reducción en la disponibilidad horaria y podría afectar el normal desarrollo de las actividades petroleras en la región.

Además de los más de 300 despidos directos en Halliburton, la reestructuración de la empresa también afectaría a trabajadores de empresas subcontratistas, ampliando el impacto del conflicto en la cuenca. A pocos días de la audiencia decisiva, la situación sigue sin resolverse y mantiene en vilo a una amplia parte del sector petrolero de la región.