La crisis industrial sigue dejando marcas profundas en el interior del país. En las últimas horas, la metalúrgica Futura, una empresa emblemática del Parque Industrial de Gualeguaychú, comunicó a sus 22 trabajadores la decisión de cerrar definitivamente sus puertas, argumentando una “falta de ventas” y la “imposibilidad de competir con productos importados”.

El anuncio fue acompañado por una propuesta de retiros voluntarios con indemnizaciones parciales: la firma ofreció dos alternativas a sus empleados. Por un lado, el pago inmediato del 50% de la indemnización legal, y por el otro, un esquema en cuotas que cubriría el 65% del monto total, en cuatro pagos. Quienes no acepten estas condiciones podrán iniciar acciones legales por despido, según trascendió en el medio local R2820 y fue replicado por el portal A24.

La situación generó un fuerte impacto entre los trabajadores, que ya venían soportando una reducción de personal. A fines de mayo, la empresa había desvinculado a 11 operarios en un intento por ajustar costos y resistir el deterioro del mercado. Sin embargo, la caída de la actividad habría sido más profunda de lo previsto, y terminó forzando la decisión de cierre.

Fundada el 30 de agosto de 1974 por los hermanos Oscar y Rubén Rodríguez bajo el nombre Futura Hnos. SRL, la compañía comenzó como un pequeño taller en el barrio porteño de Pompeya, especializado en mecanizado de bridas forjadas. Dos décadas después, trasladó su producción al Parque Industrial de Gualeguaychú, donde montó una planta de mayor escala y tecnología para atender el crecimiento de la demanda.

Durante años fue un actor clave en el entramado productivo de la región, dedicada a la forja de piezas metálicas para distintas industrias. Sin embargo, el deterioro de la actividad manufacturera, sumado a la apertura de importaciones y la falta de incentivos al mercado interno, terminaron por volver insostenible su operación.

El cierre de Futura se suma a una cadena de conflictos laborales que golpea a sectores industriales en todo el país. Mientras tanto, los trabajadores evalúan alternativas legales y buscan el respaldo de la representación gremial local para enfrentar el difícil escenario que deja la clausura de la planta.