La empresa presentó ante la CNV y la Bolsa un ambicioso plan de refinanciación con vencimientos postergados, capitalización de intereses y un esquema de pago escalonado.

Celulosa Argentina formalizó ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires su propuesta de reestructuración de deuda financiera por unos 128 millones de dólares, más los intereses devengados impagos. La iniciativa surge luego de que la compañía declarara su incumplimiento de pagos en mayo, tras admitir que no podría afrontar los vencimientos correspondientes a ese mes, tanto en cheques de pago diferido como en obligaciones negociables.

La propuesta busca evitar consecuencias mayores en su operatoria y se presenta como una operación de tipo préstamo sindicado, con una arquitectura compleja y de mediano plazo. El esquema contempla dos tramos principales de deuda, uno denominado en pesos y otro en dólares, y cada uno de ellos se divide a su vez en sub-tramos de corto y largo plazo. En todos los casos, la empresa propuso que el repago de capital comience recién 24 meses después del cierre del acuerdo, previsto tentativamente para el 31 de julio de 2025.

El pago del capital se realizará mediante cuotas semestrales con montos crecientes, lo que le permite a Celulosa Argentina aliviar la carga financiera inmediata y ganar margen operativo en un contexto desafiante.

Un menú amplio de instrumentos y acreedores

La operación incluye una reestructuración integral de diversos pasivos financieros, como préstamos bancarios, pagarés bursátiles, cheques de pago diferido y siete series de obligaciones negociables emitidas por la compañía. Además, se prevén cláusulas de capitalización de intereses, lo que permitiría postergar parte del servicio de deuda transformando intereses impagos en capital, un recurso habitual en reestructuraciones de alta complejidad.

El plan se está negociando con varios acreedores financieros y bursátiles, entre los que se incluyen entidades bancarias locales y tenedores de instrumentos del mercado de capitales, bajo condiciones que apuntan a preservar el valor de los activos y garantizar la viabilidad del negocio.

Contexto delicado para la industria

La situación de Celulosa Argentina no es aislada. La empresa opera en un sector que atraviesa un escenario desafiante, con caída en la demanda local, dificultades para acceder a divisas y condiciones crediticias cada vez más restrictivas. En este marco, el default de mayo fue un golpe previsible pero significativo, que aceleró la necesidad de renegociar su pasivo.

La propuesta de reestructuración será analizada por los distintos grupos de acreedores, y su aprobación será clave para definir el futuro inmediato de la empresa. La estrategia financiera busca evitar procesos judiciales y preservar el funcionamiento operativo mientras se acomoda a un nuevo cronograma de pagos.