La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Buenos Aires declaró el estado de alerta tras el estancamiento en las negociaciones paritarias del sector asistencial. El gremio, encabezado por Héctor Daer, denunció presiones del Gobierno nacional para imponer un tope salarial del 1% y anticipó que, de no haber avances inmediatos, iniciará un plan de lucha en todos los establecimientos de salud de la ciudad.

Durante un plenario realizado este jueves 6 de junio con delegados de toda la Capital Federal, ATSA cuestionó duramente a las cámaras empresariales por haber retrocedido en las discusiones paritarias, con la excusa —según el sindicato— de una “pauta oficial” que condiciona las mejoras salariales.

“Nosotros discutimos paritarias con los empresarios, no con el Gobierno. Y si nos vienen con el 1%, les decimos que no vamos a firmar. No hay salud posible con salarios a la baja”, sostuvo Daer.

Los convenios colectivos del sector están vencidos, y la organización gremial advirtió que no aceptará un ajuste encubierto que perjudique aún más el poder adquisitivo del personal sanitario. “Las empresas aumentan los aranceles, pero no trasladan esos ingresos a los salarios. La plata tiene que llegar al bolsillo de nuestras compañeras y compañeros”, afirmó Daer.

ATSA confirmó que el próximo lunes 9 de junio se realizará una audiencia clave en la Secretaría de Trabajo. Allí se definirá si el conflicto se profundiza con medidas gremiales concretas en cada establecimiento de salud.

El sindicato reafirmó su disposición a luchar por una recomposición salarial “realista y urgente” y advirtió: “No hay modelo económico sostenible si se construye sobre salarios de miseria. Vamos a dar esta pelea con unidad y sin resignar derechos”.