
Annuasi Castañón, el abogado que se atrevió a desafiar al Olimpo Judicial de La Plata: Una denuncia contra las diosas del Juzgado de Familia N°7
Actualidad Viernes 13 de Junio de 2025
Thor: Love and Thunder en La Plata
Cuando el trueno judicial golpea del lado del poder
Un abogado denunció a dos juezas del Juzgado de Familia N ° 7 de La Plata por proteger a una madre violenta y revictimizar a un padre que pidió ayuda. La metáfora de Marvel sirve como espejo de una justicia que, según la denuncia, ya no protege: humilla.
El Olimpo Judicial: burocracia, indiferencia y poder
En Thor: Love and Thunder, el dios del trueno llega al consejo de dioses a pedir ayuda. Pero en lugar de solidaridad, encuentra burla. Zeus, ensimismado en sus placeres, ignora la amenaza que acecha al universo. Su indiferencia no solo decepciona: pone todo en riesgo. Ya no hay sabiduría en su toga dorada. Solo soberbia.
Esa escena de Marvel podría parecer fantasía... hasta que uno se asoma al expediente 12734/2023 del Juzgado de Familia N° 7 de La Plata, donde el abogado Santiago Tomás Annuasi Castañón denuncia a las juezas Roca y Mendilaharzo por actuar, según sus palabras, como deidades ciegas ante el sufrimiento humano.
La denuncia: inversión de roles y violencia institucional
El letrado presentó un informe ante la Secretaría de Control Disciplinario de la Suprema Corte bonaerense, donde acusa a ambas magistradas de:
Desinterés por la prueba presentada.
Omisión de medidas urgentes.
Falta de imparcialidad en el trato hacia el padre denunciante.
Protección implícita a la madre denunciada por manipulación y hostigamiento.
Annuasi va más allá de lo técnico: habla de un “vaciamiento jurídico del concepto de violencia familiar”, y de una “inversión perversa del principio protectorio”. Según sostiene, las juezas convirtieron al padre víctima en agresor, y protegieron a la parte denunciada reiteradamente.
En otras palabras, fue una falsa denuncia y se dispusieron de los bienes de otra persona.
Cuando el dolor se vuelve espada
En la misma película de Marvel, aparece Gorr, el carnicero de dioses, un personaje que perdió a su hija mientras rogaba ayuda a los dioses. Su tragedia lo convierte en vengador, empuñando una espada nacida del dolor. Su lucha no es por odio, sino por haber sido ignorado por quienes prometieron proteger.
¿Exagerada la comparación? Tal vez. Pero los padres que no logran ser escuchados por el sistema judicial también empuñan, simbólicamente, armas nacidas del dolor: denuncias, reclamos, amparos. Y cada expediente ignorado es un eco que suma a la tormenta.
¿Qué pasa cuando el martillo cae del lado equivocado?
Cuando el juez se vuelve ciego. Cuando la toga es escudo de impunidad. Cuando el martillo de la justicia golpea no los hechos, sino los prejuicios... lo que queda no es derecho: es teatro. Y lo que está en juego no es solo el destino de un padre, sino el futuro emocional de una familia entera.
Pero la historia no termina ahí. Como en la película de Marvel, donde Gorr —el llamado “cazador de dioses”— empuña una espada que puede atravesar la divinidad misma, Annuasi eligió no callar y presentó una denuncia formal contra ambas magistradas. Una acción tan valiente como incómoda, en un ambiente donde impera el silencio por temor o conveniencia. La denuncia ya fue ratificada, y el proceso disciplinario está en marcha.
Hoy, la causa principal se encuentra sin resolución de sorteo, paralizada tras la excusación de la jueza interviniente. Una demora que añade un nuevo nivel de incertidumbre e impotencia para las víctimas del caso.
Mientras tanto, el eco del martillo de Thor resuena en la ciudad de las diagonales. Pero no es un dios quien lo empuña, sino un abogado decidido a desafiar a las falsas deidades del poder judicial. En su cruzada, no busca venganza ni gloria: solo justicia.
Porque cuando la toga se convierte en escudo de impunidad, y el juicio cae sobre los más débiles en lugar de los hechos, lo que queda no es Derecho: es abuso de poder.
Y como se pregunta la crónica mítica del trueno:
En La Plata, el trueno todavía retumba
En los pasillos grises del Juzgado de Familia N° 7 no hay rayos ni portales cósmicos. Pero sí hay padres que claman. Hijos que esperan. Y una sociedad que, poco a poco, empieza a mirar más allá de los estereotipos.
¿Quién levantará el martillo en una ciudad donde el trueno aún retumba?