El gremio de los trabajadores camioneros atraviesa un escenario complicado tras varios meses de inflación que devoró los aumentos salariales pactados en la última paritaria. La conducción del sindicato, encabezada por Hugo Moyano, se prepara para reabrir la negociación con los empresarios con el objetivo de recuperar al menos el terreno perdido frente a la suba de precios.

El acuerdo salarial firmado en marzo preveía incrementos mensuales, pero esos porcentajes quedaron desfasados rápidamente frente a la evolución de la inflación. Según estimaciones del propio sindicato, el salario real de los choferes de camiones se contrajo más de un 8% en los últimos cinco meses.

“En marzo la inflación fue del 3,7%, en abril del 2,8% y se espera que mayo supere el 2%. Esos números ya marcaron un desfasaje de al menos 8,5% respecto a lo firmado en la paritaria”, explicaron fuentes gremiales, que remarcaron que ese será el piso de la próxima discusión salarial.

Desde el gremio reconocen que el deterioro del poder adquisitivo es “inaceptable” y apuntan contra los efectos de la inflación acumulada, especialmente en los primeros meses del año. “La suba de precios fue más rápida que los aumentos pactados. Lo advertimos en su momento y ahora los trabajadores lo están padeciendo en su bolsillo”, remarcaron.

Además, se destacó que solo en marzo el salario perdió 2,5% en términos reales, brecha que se fue profundizando en abril y mayo. La situación genera tensión en el seno del sindicato y presiona a la conducción para lograr una recomposición que al menos iguale la inflación acumulada.

Si bien aún no hay fecha confirmada para el reinicio formal de las paritarias, desde el gremio ya anticiparon que la reapertura es urgente y que no aceptarán dilaciones. "Los trabajadores no pueden seguir esperando. Cada semana sin respuestas es un punto menos en el bolsillo", afirmaron.

El reclamo llega en un momento de debilidad para la conducción de Moyano, que enfrenta cuestionamientos internos y presión por una respuesta efectiva ante la creciente pérdida de poder adquisitivo. Mientras tanto, el malestar crece entre los trabajadores que ven cómo su salario se aleja cada vez más del costo de vida.