
Crisis en el sector pesquero de Puerto Madryn: salarios impagos, precarización laboral y un futuro incierto
Obras sociales Sábado 5 de Julio de 2025
El sector pesquero de Puerto Madryn atraviesa uno de los momentos más delicados de los últimos años. Con al menos tres plantas procesadoras envueltas en conflictos por sueldos impagos, contrataciones irregulares y judicializaciones, crece la tensión entre los trabajadores y empresas en un contexto de incertidumbre productiva y caída global de los precios del langostino.
La situación más crítica se registra en la planta de la firma Mirabella, que actualmente se encuentra bajo un proceso preventivo de crisis con supervisión judicial. Unos 65 trabajadores permanentes protestaron recientemente exigiendo el pago de la primera quincena de junio, en medio de reiterados atrasos desde el inicio del concurso preventivo. “Hay atrasos constantes y ahora estamos en un punto muerto, esperando respuestas”, explicó un delegado del personal.
En Achernar, otro foco de conflicto surgió a partir del inicio de tareas de reproceso de materia prima sin convocar al personal efectivo. La empresa incorporó trabajadores eventuales para operar nueva maquinaria, alegando un plan de capacitación. Desde el gremio STIA denunciaron que se trató de una maniobra de precarización laboral, violando el convenio colectivo vigente. “No vamos a permitir que se excluya a los trabajadores con años de experiencia bajo el pretexto de ‘entrenar nuevos’”, advirtieron.
En tanto, la empresa Pescargen también enfrenta reclamos gremiales por salarios adeudados. El conflicto se agravó con la insolvencia declarada de Arrufo, una firma contratista que dejó sin liquidación final a nueve trabajadores, algunos con más de 15 años de antigüedad. STIA exige que Pescargen se haga cargo bajo la figura de responsabilidad solidaria contemplada en la Ley de Contrato de Trabajo.
A este panorama se suma la parálisis de la temporada de langostino en aguas nacionales, que mantiene inactiva a buena parte del personal embarcado y profundiza la crisis del sector. La abrupta caída en los precios internacionales del crustáceo generó una fuerte desarticulación en la cadena de pagos, golpeando la rentabilidad y poniendo en jaque la continuidad operativa de varias empresas.
Los sindicatos aseguran que las medidas de protesta continuarán mientras no se garanticen los salarios, se respeten las condiciones laborales y se brinden soluciones concretas. “Sin respuestas de las autoridades ni responsabilidad empresarial, el conflicto se seguirá agravando”, alertaron desde el STIA.
Con cientos de puestos de trabajo en riesgo y un clima de creciente conflictividad, la crisis pesquera en Puerto Madryn pone en evidencia la fragilidad del modelo productivo actual y la necesidad urgente de respuestas políticas y económicas que contengan el impacto social en la región.