El sector fabricante de materiales de la construcción registró en abril una caída interanual del 33,2 por ciento, como consecuencia del frenazo en la obra pública y los problemas que exhiben los proyectos del sector privado. Aun así, la comparación frente a marzo arrojó una mejora del 6,4 por ciento desestacionalizada. Así lo informó el Grupo Índice Construya (IC), una asociación que nuclea a las principales empresas del sector.
“En abril, los despachos de las empresas del grupo registraron una mejora con relación a marzo, pero se mantuvieron muy por debajo de las cantidades alcanzadas en 2023. La demanda continúa retraída, debido a la caída del poder adquisitivo y a la necesidad de adaptar stocks al nuevo escenario, así como también a que persiste la postura de esperar para ver de los inversores”, explica el informe de los fabricantes.
El período enero-abril arroja una caída interanual del 33,1 por ciento. Los insumos involucrados en esta medición son ladrillos cerámicos, cemento, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos y pastinas, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, calderas y sistemas hogareños y centrales de calefacción, grifería y caños de conducción de agua, pisos, revestimientos cerámicos y materiales eléctricos y electrónicos.
Impacto
La construcción es un sector mano de obra intensivo y además sensible a los cambios de ciclo: ante señales de crecimiento responde rápidamente al alza, y viceversa. Además de esta condición estructural, el sector viene siendo uno de los más castigados por la política económica oficial de paralización de las erogaciones del Estado nacional. En particular, la obra pública financiada por Nación presenta un grado ínfimo de ejecución. También impacta en el rubro la caída estrepitosa de las transferencias a las provincias, que también son fuente de financiamiento de proyectos.