
Mario “Paco” Manrique Acusa a la Cúpula de la CGT de Rendirise "A los Pies de Este Gobierno" y Pide que Den un Paso al Costado
Actualidad 05/03
Mario “Paco” Manrique, número dos del sindicato de mecánicos SMATA y diputado nacional, arremetió contra la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) por su actitud frente al gobierno de Javier Milei. En duros términos, Manrique acusó a los dirigentes de la CGT de haber “perdido el rumbo” y de haberse “rendido a los pies de este Gobierno”. Además, les pidió que den un paso al costado, considerando que el desgaste de sus liderazgos es evidente.
El dirigente sindical, quien renunció a la CGT hace algunos meses, criticó el papel de la central obrera en el contexto político actual y dejó clara su postura respecto al gobierno de Milei. En una entrevista con la AM530, Manrique cuestionó la falta de resultados serios en las políticas del presidente y señaló que, aunque la inflación haya bajado, la calidad de vida de la sociedad sigue deteriorándose. “El Presidente no puede salir de su discurso electoral porque no tiene resultados serios para mostrar”, aseguró.
En cuanto a la relación entre el movimiento obrero y el gobierno libertario, Manrique fue tajante: “Los gremios colectivamente perdimos el rumbo, la CGT se rindió a los pies de este Gobierno”. A continuación, se preguntó si la cúpula de la CGT está siendo coaccionada por el Ejecutivo o si, por el contrario, están de acuerdo con las políticas implementadas por Milei. “La CGT es un sello de goma sin contenido político, y eso envalentona al Gobierno para que pueda hablar como habla”, sentenció.
Con miras a las próximas elecciones para renovar las autoridades de la CGT, Manrique afirmó que es necesario un cambio profundo en la conducción. “Hay que darle otra impronta y renovar las figuras. Los compañeros que integran la CGT han sufrido un desgaste muy grande y deberían dar un paso al costado”, concluyó el dirigente, dejando abierta la posibilidad de una renovación en el liderazgo sindical.
Las duras declaraciones de Manrique reflejan la creciente tensión dentro del movimiento obrero, con sectores internos cada vez más distantes de la conducción de la CGT y su relación con el actual gobierno.