La Unión Tranviarios Automotor (UTA), conducida por Roberto Fernández, habría ratificado en las últimas horas un ultimátum dirigido a las empresas del transporte público de pasajeros. Según trascendidos gremiales, si antes del cuarto día hábil no se acreditara el 100% de los salarios y el aguinaldo, podrían producirse paros focalizados en cada empresa que no cumpliera con los pagos, lo que afectaría rutas clave del AMBA.

De acuerdo con un comunicado que el sindicato habría hecho circular, la organización rechazaría la posibilidad planteada por el sector empresario de fraccionar sueldos en cuotas, entendiendo que los trabajadores no deberían quedar «como rehenes» de las negociaciones pendientes entre compañías y el Estado.

En el último acuerdo salarial, el ingreso básico de un chofer habría quedado en torno a $1.370.000, más viáticos diarios estimados cerca de $13.000, lo que elevaría el total mensual a valores cercanos a $1.682.000.

Escenario de tensión en el AMBA y advertencias por posible “colapso”

El planteo de la UTA se da en un contexto en que distintas cámaras del transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) –como CETUBA, AAETA, CEAP, CTPBA y CEUTUPBA– vienen advirtiendo sobre un eventual “colapso” del sistema de colectivos, debido a una ecuación económico-financiera que, según señalan, estaría deteriorada desde hace años.

En documentos recientes, las entidades habrían expresado que las tarifas reguladas por el Estado no cubrirían ni el 70% de los costos operativos, aun con ajustes que habrían superado la inflación. Afirman que faltaría más del 30% de ingresos para alcanzar niveles compatibles con la demanda, la seguridad y los requerimientos de mantenimiento del parque automotor.

El caso que encendió alarmas en los últimos días habría sido la paralización de un operador importante en la zona sur del conurbano, lo que dejó a miles de trabajadores sin sus salarios en tiempo y forma, y millones de usuarios sin servicio. Otras empresas también habrían confirmado que los haberes de noviembre podrían abonarse en tramos, y que el aguinaldo sería cancelado de manera escalonada.

Desde el sector empresario señalan que comprenderían el contexto de ajuste fiscal y reducción de subsidios, pero que la situación estaría empujando al límite la sostenibilidad de las operaciones.

El interior del país también muestra señales críticas

En varias provincias la situación no sería muy distinta. La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) presentó formalmente ante la autoridad laboral nacional un planteo donde expone la “grave situación” del transporte urbano e interurbano en el interior.

La entidad, que nuclea empresas de Tucumán, Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santiago del Estero, Formosa o Catamarca, entre otras jurisdicciones, sostiene que la eliminación de subsidios nacionales, los aportes provinciales insuficientes y tarifas que no reflejarían el costo real del kilómetro estarían generando cierres de compañías, recortes de servicios, pérdida de puestos de trabajo y mayor presencia de medios alternativos e informales.

Ante ese panorama, FATAP habría pedido una audiencia urgente con la UTA para analizar “condiciones excepcionales” que permitieran afrontar los pagos de diciembre, incluyendo los salarios de noviembre y la segunda cuota del aguinaldo, al considerar “materialmente imposible” cumplir en los plazos y modalidades habituales.

Negociaciones sin avances y preocupación por la fecha límite

Las presentaciones de los empresarios ya habrían llegado al despacho del secretario de Trabajo, Julio Cordero, mientras la UTA mantiene su postura de que el pago íntegro de salarios no es negociable.

Hasta el momento, no se habrían registrado avances en una negociación que permita desactivar el conflicto. El plazo fijado por el gremio vencería el 4 de diciembre, cuarto día hábil del mes, por lo que un eventual paro podría activarse si no se encuentran soluciones antes de esa fecha.

Mientras tanto, usuarios y autoridades siguen con atención el devenir del conflicto, que podría derivar en nuevas interrupciones del servicio si no se alcanza un entendimiento en el corto plazo.