La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) advirtió sobre las graves consecuencias que las sanciones impuestas por Estados Unidos a la República Bolivariana de Venezuela y la creciente militarización del mar Caribe tienen sobre la vida, la integridad física y las fuentes de trabajo de los marinos mercantes que se desempeñan en la región.

A través de un comunicado, la Federación denunció la escalada bélica que se desarrolla en el Caribe, donde se registran bloqueos y detenciones de embarcaciones dedicadas al transporte de hidrocarburos, en el marco de una disputa geopolítica que —según remarcaron— “no puede ni debe descargar sus consecuencias sobre los trabajadores”. La preocupación fue elevada también a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), organismo competente en la materia.

En ese contexto, FeMPINRA expresó su plena solidaridad con “las compañeras y los compañeros marinos mercantes que se encuentran cumpliendo tareas en la zona del Caribe y que hoy se ven gravemente afectados por las tensiones internacionales, expuestos a un escenario de riesgo extremo”.

El comunicado advirtió que la presencia de una flota militar de grandes proporciones, que incluye uno de los portaaviones más grandes de los Estados Unidos, constituye una amenaza directa a la estabilidad regional y profundiza la inseguridad en la zona. “Esta situación coloca a los trabajadores y trabajadoras del sector marítimo en escenarios de alto riesgo, con peligro concreto para su integridad física, sus vidas, sus condiciones laborales y la continuidad de sus fuentes de trabajo”, señalaron.

El secretario general de FeMPINRA, Juan Carlos Schmid, fue categórico al afirmar que “los marinos mercantes no pueden ni deben ser rehenes de disputas ajenas a su labor”, y advirtió que se están convirtiendo en “las principales víctimas de un conflicto que pone en riesgo su integridad física y sus vidas”.

Schmid, quien además conduce la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), subrayó que se trata de trabajadores que cumplen funciones esenciales para el comercio y el abastecimiento internacional, y que “solo están realizando su tarea cotidiana en el transporte marítimo”, sin poder ser involucrados en “escenarios de confrontación que exceden por completo su ámbito de trabajo”.

Finalmente, la Federación repudió estas prácticas y exigió el respeto irrestricto al trabajo de los marinos mercantes, reclamando que se adopten de manera urgente todos los mecanismos necesarios para garantizar su seguridad y mantenerlos al margen de cualquier acción de carácter bélico o similar.