En medio de un clima de alta tensión con los trabajadores de la salud, el Ministerio de Salud de la Nación oficializó el despido de 110 empleados del Hospital Posadas, en el marco de lo que denomina una política de “reordenamiento profundo” del sistema sanitario nacional. La medida, que se suma al conflicto en el Hospital Garrahan y al recorte en múltiples organismos del sector, provocó una fuerte reacción de los gremios, especialmente de ATE.

Desde la cartera que encabeza Mario Russo, se justificaron las cesantías asegurando que los empleados despedidos presentaban faltas reiteradas y no cumplían sus funciones. “Cada caso fue evaluado de forma individual, siguiendo los procedimientos legales correspondientes”, señalaron mediante un comunicado. El Gobierno subrayó que no permitirá la existencia de “ñoquis ni acomodos”, y que los recursos públicos se destinarán a “mejorar la atención, los insumos y el equipamiento hospitalario”.

El Ministerio insistió en que la salud pública debe ser “eficiente, transparente y al servicio de todos los argentinos”, dejando en claro que no considera a los hospitales como “refugios políticos ni oficinas de empleo”.

Choque frontal con ATE

La situación se da en un contexto de creciente enfrentamiento con la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), particularmente por el conflicto en el Hospital Garrahan, donde persiste la tensión pese a que rige una conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo.

Según el Gobierno, el gremio incumplió con las condiciones del acuerdo y, por ello, se decidió avanzar con descuentos salariales a quienes participaron en las últimas medidas de fuerza. “El gremio eligió violar la ley y perjudicar a los pacientes”, acusaron desde Salud.

Desde ATE, la respuesta no tardó. Su secretario general, Rodolfo Aguiar, lanzó duras críticas por redes sociales. “Este Gobierno vive en el reino del revés. Son ustedes los que no cumplieron con la conciliación: ni siquiera se presentaron en la audiencia”, denunció el dirigente rionegrino. También recordó que ATE logró frenar el polémico Decreto 340/25 mediante una cautelar, lo que —sugirió— habría exacerbado las represalias del Ejecutivo.

Aguiar fue más allá y denunció que el verdadero objetivo del gobierno de Javier Milei es “desmantelar la salud pública” y establecer un modelo donde solo accedan a tratamientos quienes puedan pagarlos. “Hoy los hospitales funcionan gracias al esfuerzo sobrehumano de sus trabajadores. No vamos a aflojar”, advirtió.

Contexto más amplio

El despido masivo en el Posadas se enmarca en una serie de ajustes que afectan a distintas áreas del sistema sanitario nacional. En los últimos meses se denunciaron recortes en institutos nacionales, programas de salud pública y áreas de investigación, lo que generó preocupación en profesionales y expertos del sector.

En este escenario, la salud se ha transformado en uno de los ejes del conflicto gremial con el Gobierno nacional, y no se descarta una profundización de las protestas en las próximas semanas. Mientras tanto, la comunidad hospitalaria del Posadas organiza medidas de visibilización y acciones legales para cuestionar las cesantías.