Las Defensorías Zonales del Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (CDNNyA) de la Ciudad atraviesan una situación crítica. Según denunció ATE Capital, las oficinas encargadas de proteger los derechos de las infancias funcionan con personal reducido, escasez de insumos y condiciones laborales deterioradas, lo que impacta directamente en la calidad de atención.

De acuerdo con el gremio estatal, las defensorías tienen un 30 % menos de personal del necesario y cada equipo debe gestionar entre 500 y 700 casos, muchos de ellos de alta complejidad. En el último año, al menos 40 trabajadores renunciaron, empujados por la sobrecarga, la precarización y los bajos salarios.

ATE responsabilizó al titular del organismo, Ezequiel Bottini, por el vaciamiento del sistema y exigió medidas urgentes: más presupuesto, estabilidad laboral, aumentos salariales y una carrera administrativa que reconozca la especificidad del trabajo en el área.

El sindicato también convocó a organismos públicos, legisladores y organizaciones sociales a involucrarse en la denuncia. “Los derechos de los chicos y chicas de la ciudad necesitan trabajadores con derechos”, remarcaron.

La situación deja al descubierto las falencias estructurales del sistema de protección de la infancia en CABA, y plantea un serio interrogante sobre las prioridades del gobierno porteño en materia de políticas sociales.