Fabián Hermoso, secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica (FATIQyP), se enfrenta a una nueva crisis con la reciente desafiliación del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de La Plata (SIPIQYLP). Este sindicato ha decidido separarse de la federación en medio de críticas a la gestión de Hermoso, con su líder, Daniel Segovia, afirmando que el dirigente “nos cortó las piernas y nos dejó sin apoyos”.

La decisión fue tomada por unanimidad durante una asamblea general extraordinaria el 30 de septiembre y ya se comunicó formalmente a la sede de la FATIQyP. Esta salida marca un nuevo golpe para Hermoso, quien ya había sufrido la baja de otros gremios, como el de Pilar, y se rumorea que más sindicatos podrían seguir su ejemplo.

La pérdida de representación de la FATIQyP podría beneficiar a la FESTIQyPRA, liderada por Omar Barbero, que podría absorber a estos “rebeldes” y aumentar su poder en el sector. Los cuestionamientos a Hermoso han ido en aumento, y mientras algunos dirigentes lo critican en privado, otros han tomado la decisión de desvincularse públicamente.

Además de la crisis interna, Hermoso también enfrenta serios problemas con la obra social OSPIQYP, que se encuentra al borde de la quiebra. La entidad de salud enfrenta un pedido de concurso preventivo y más de 60 juicios, acumulando deudas que superan los $1.237 millones, según un informe judicial reciente. Con 25.841 afiliados, la incertidumbre sobre la continuidad de los servicios de salud afecta a miles de trabajadores, generando preocupación por posibles cortes en las coberturas.

La situación de la FATIQyP y de la OSPIQYP representa un desafío significativo para Hermoso, quien ha perdido poder en sus relaciones con el gobierno y entre sus pares sindicalistas. En este contexto, la estabilidad de la federación y la salud de sus afiliados se encuentran en una situación crítica.