
UOCRA La Plata: un sindicato sin rumbo en medio de tragedias obreras y abandono institucional
Actualidad Martes 8 de Julio de 2025
Mientras crece el empleo informal y se multiplican los accidentes laborales, la seccional platense de la construcción permanece intervenida y sin liderazgo efectivo. El gremio, ausente frente a los reclamos más urgentes, atraviesa su crisis más profunda.
En plena crisis económica, con la inflación horadando los ingresos de los trabajadores y la obra pública paralizada, la seccional La Plata de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) parece haber desaparecido del mapa. A pesar de las muertes en las obras, la precarización laboral y el crecimiento exponencial del empleo en negro, el sindicato no da señales de vida. Y la acefalía gremial ya se traduce en tragedias.
En lo que va del año 2025, al menos dos obreros fallecieron en accidentes laborales dentro del casco urbano platense, producto de la falta de controles y medidas de seguridad en los lugares de trabajo. Los responsables brillan por su ausencia: la sede sindical está cerrada, no hay dirección legal activa en la ciudad, y los trabajadores no tienen interlocutores visibles a quienes acudir en busca de amparo o representación.
El deterioro institucional de la UOCRA La Plata no es nuevo, pero se agravó en los últimos años tras la caída del clan Medina. La familia que supo conducir la seccional durante décadas fue desplazada en 2017 en el marco de una cuestionada intervención política-judicial impulsada por el macrismo, cuyo trasfondo quedó en evidencia con la filtración del escandaloso video de la llamada “GestaPRO Antisindical”. Actualmente, Juan Pablo "Pata" Medina y su entorno más cercano están próximos a quedar absueltos en la mayoría de las causas.
Sin embargo, lejos de lograr una normalización interna, la UOCRA local continúa intervenida. El designado interventor por la conducción nacional, Oscar Rizzo (también dirigente en Moreno), tiene una presencia meramente testimonial en La Plata. Los afiliados aseguran no conocerlo personalmente y denuncian que la organización funciona solo en los papeles.
En ese vacío de poder y representación, crecen las internas, los conflictos judiciales y los episodios de violencia. El año pasado, Iván Tobar, referente de la Agrupación Blanca y Azul vinculado a la barra de Estudiantes de La Plata, fue detenido tras incidentes en el Hospital de Gonnet. Luego, se viralizó un video en el que amenazaba a jueces y fiscales, adjudicándose un supuesto apoyo del sector de los Medina, algo desmentido públicamente.
En paralelo, los indicadores oficiales muestran un aumento alarmante del trabajo informal en la construcción en la región capital. Un fenómeno visible en cada obra, donde falta el control estatal, pero también el sindical. La desprotección es total.
Ante este panorama, algunos sectores comienzan a organizarse. Este mismo lunes, un grupo encabezado por Cristián “Puly” Medina y su sobrino Braian Medina convocó a una reunión abierta en la ciudad de Berisso, donde se debatirá un plan de acción gremial para exigir trabajo y representación legítima.
Entre las propuestas figura la movilización a las obras para reclamar la contratación de mano de obra local —como indica la ley vigente— y una posible marcha a la sede de UOCRA Central en CABA, donde planean entregar un petitorio a Rubén Pronotti, responsable nacional del proceso de normalización.
La demanda es clara: poner fin a la acefalía, convocar a elecciones y restituir una conducción real que defienda los intereses de los trabajadores.
Mientras tanto, las obras siguen sin inspecciones, los accidentes se repiten y los obreros enfrentan cada jornada con el miedo de no volver a sus casas. En tiempos de crisis, donde todo cuesta el doble, la ausencia de un gremio activo se vuelve un drama cotidiano para quienes menos tienen.
La UOCRA La Plata, que alguna vez fue uno de los sindicatos más poderosos del país, hoy se diluye entre el abandono, el miedo y el silencio.