La crisis salarial golpea de lleno a los trabajadores no docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Así lo denunció Patricia Romanelli, subsecretaria de Acción Social, Recreación y Turismo de APUTN y delegada en la Facultad Regional Bahía Blanca, quien advirtió que “casi el 70% de la planta está por debajo de la línea de pobreza y un 40% roza la indigencia”.

Romanelli describió una situación alarmante para los casi cien empleados de la sede bahiense y extendió la preocupación al resto de las regionales de la UTN en el país. “Desde APUTN empezamos a repartir bolsones de alimentos porque los trabajadores no llegan a fin de mes. Es algo impensado en el ámbito universitario, triste y lamentable”, señaló.

Salarios congelados y pérdida histórica

La dirigente cuestionó la política salarial impuesta por el gobierno nacional, que fija incrementos por debajo de la inflación. “Paritarias no hemos tenido. En el primer mes del gobierno de Milei ya habíamos perdido un 16%, y esa pérdida se fue profundizando hasta llegar hoy al 70%”, explicó.

Según datos del gremio, un trabajador no docente de la UTN percibe actualmente alrededor de $750.000, realizando las mismas tareas que hace una década pero con un poder adquisitivo 70% menor.

Una universidad en emergencia social

En paralelo a la crisis educativa y a la Marcha Federal Universitaria que recorrió distintas ciudades del país, Romanelli destacó que la UTN no es ajena al deterioro general del sector público: “Nuestros compañeros viven situaciones muy duras. No se trata solo de salarios bajos, sino de la falta de perspectiva y de un gobierno que recorta en educación”.

La advertencia gremial deja en evidencia que, detrás de los laboratorios, talleres y aulas de una de las universidades más emblemáticas del país, los trabajadores que sostienen su funcionamiento atraviesan una emergencia social inédita.