
Funcionarios massistas bajo fuego: ahora se refugian en el gabinete de Kicillof
Actualidad Viernes 27 de Junio de 2025
Tras las duras acusaciones lanzadas por el vocero presidencial Manuel Adorni contra la gestión de Sergio Massa y Malena Galmarini en AySA, comenzaron a surgir nuevas revelaciones que generan incomodidad en la Gobernación bonaerense. Lejos de haberse apartado de la función pública, varios exfuncionarios señalados como responsables de supuestos desmanejos millonarios en la empresa estatal de agua y saneamiento encontraron cobijo en la estructura del gobierno de Axel Kicillof.
En su habitual conferencia de prensa, Adorni denunció que AySA fue utilizada como “plataforma de campaña” durante la última contienda electoral, con una inversión superior a los 4.800 millones de dólares en obras, un cuarto de las cuales se concentraron en los municipios de Tigre y Malvinas Argentinas, bastiones del massismo.
Sin embargo, lo que no se explicitó públicamente es que varios de los nombres apuntados por la gestión nacional hoy ocupan cargos clave en el Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires.
Del escándalo a los despachos bonaerenses
Dos nombres destacan dentro de ese esquema:
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Patricio D’Angelo, exdirector general administrativo de AySA, hoy cumple funciones en el mismo cargo dentro del Ministerio de Transporte provincial.
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Eduardo Feijoo, otro colaborador cercano a Malena Galmarini, fue nombrado director provincial de Seguridad Vial.
Ambos responden políticamente al actual ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, un dirigente de confianza de Sergio Massa.
Un acuerdo político que comienza a crujir
La continuidad de estos cuadros técnicos y políticos se da en el marco del acuerdo de convivencia sellado entre Kicillof y Massa tras las elecciones, con el objetivo de preservar la unidad del peronismo. No obstante, las recientes denuncias del gobierno de Javier Milei, sumadas al avance de las causas judiciales que involucran a exfuncionarios del massismo, comienzan a incomodar a la administración bonaerense.
Desde la Gobernación admiten, con reserva, que “la situación es delicada”. Mientras Milei agita públicamente denuncias por desvío de fondos y manejo electoralista de los recursos estatales, Kicillof aún mantiene en su gabinete a los mismos funcionarios apuntados por esas acusaciones.
En este contexto, no se descarta que el mandatario bonaerense se vea obligado a revisar la permanencia de estos nombres en su equipo si la presión política y judicial se intensifica en los próximos días. El acuerdo con Massa, hasta ahora funcional, podría estar entrando en una etapa de desgaste.