La Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA) ha denunciado un lockout patronal iniciado por la empresa Cerro Negro, como represalia contra los trabajadores que participaron en una huelga reciente. La huelga, motivada por la caída del salario real debido a una rebaja salarial impulsada por la cámara del sector, se ha visto acompañada por un recrudecimiento de la tensión laboral.

Según la FOCRA, la medida de fuerza de 96 horas, realizada la semana pasada, se desencadenó por las fallidas negociaciones paritarias para el período 2023/24 con la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja. Los trabajadores reclaman la compensación por una pérdida de entre 15 y 20 puntos en el salario real, atribuida a la reducción salarial impuesta por la cámara del sector.

Carlos Zamboni Siri, abogado de la organización sindical, explicó en diálogo con radio Provincia que las empresas se han negado a presentar sus balances durante la negociación laboral, a pesar de que esta es una obligación legal. La negativa a mostrar sus ganancias, según Zamboni Siri, es una estrategia para ocultar la rentabilidad real de las empresas.

“Una empresa que cotiza en Bolsa, como Cerro Negro, reportó ganancias de 1.200 millones de pesos solo en el primer trimestre de este año”, indicó Zamboni Siri. Esta cifra subraya la disparidad entre las ganancias de las empresas y la situación de los trabajadores, que enfrentan una caída del salario real de hasta 45 puntos desde diciembre.

El abogado de la FOCRA también señaló que otras empresas del sector, como Cerámica Alberdi, vinculada a Matías Rappallini, y el Grupo Palmar, con plantas en Olavarría, Córdoba y Mar del Plata, muestran un comportamiento similar al de Cerro Negro al negarse a presentar sus balances. Esta falta de transparencia es vista como parte de una estrategia más amplia para reducir los costos laborales a expensas de los trabajadores.

Zamboni Siri acusó a las empresas de intentar compensar la pérdida de ganancias a través de los salarios de sus empleados, alineándose con una política gubernamental que favorece a los empleadores en detrimento de los derechos laborales. Las empresas estarían congelando los salarios hasta fin de año, o hasta que consideren conveniente otorgar nuevos aumentos, perpetuando una situación de inseguridad económica para los trabajadores.

La FOCRA continúa su lucha en defensa de los derechos salariales de los trabajadores ceramistas, enfrentando una resistencia por parte de las empresas que buscan proteger sus márgenes de ganancia a costa de la estabilidad económica de sus empleados.