Mientras el presidente Javier Milei afirmó en una entrevista televisiva que la Argentina atraviesa un “récord de puestos de trabajo” y que “el salario real viene mejorando desde hace 12 meses”, los datos oficiales del INDEC y del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) trazan un escenario muy diferente: el desempleo alcanzó su nivel más alto desde el inicio de su gestión y el trabajo formal sigue en retroceso.

Según el informe publicado este jueves por el INDEC, la tasa de desocupación trepó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, lo que representa un aumento de 1,5 puntos porcentuales respecto del último trimestre de 2024 (6,4%) y un leve crecimiento frente al mismo período del año pasado (7,7%). Esto implica que alrededor de 1,79 millones de personas están actualmente desempleadas.

La región más golpeada fue el Gran Buenos Aires, con una tasa de desempleo del 9,1%, mientras que la Patagonia mostró el mejor desempeño, con un 4,9%.

Cae el empleo registrado

Más allá de las declaraciones del presidente, el empleo formal continúa en caída. Desde diciembre de 2023, cuando asumió Milei, hasta marzo de este año, se perdieron 173.563 empleos registrados, según datos del SIPA. Los sectores más afectados son los más intensivos en mano de obra: la construcción, con 61.956 empleos menos, y la industria manufacturera, que perdió 4.162 puestos solo en marzo.

El freno total a la obra pública, una de las primeras medidas del gobierno, aparece como el factor central del desplome en la construcción. A su vez, la crisis en el consumo interno y la falta de incentivos para la producción industrial impactaron en la planta laboral del sector manufacturero.

Aumenta la precarización

El deterioro del empleo no se limita al número de puestos perdidos: la calidad del empleo también empeoró. Según el INDEC, el trabajo por cuenta propia pasó del 21,9% al 23,5%, mientras que el porcentaje de asalariados no registrados (en negro) creció del 35,7% al 36,3%. Como resultado, solo el 46% de las personas ocupadas tenía un empleo asalariado registrado, el nivel más bajo desde 2007.

El sociólogo Daniel Schteingart advirtió que estos números reflejan una “profunda informalización del mercado laboral”, en un contexto en el que muchos trabajadores aceptan condiciones precarias como única alternativa frente a la pérdida del empleo formal.

Actividad económica sin empleo

Paradójicamente, el informe también revela una recuperación de la actividad económica. La economía creció un 6,2% en el primer trimestre de 2025 respecto del mismo período del año anterior, y el Banco Central, a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), proyecta un crecimiento del PIB del 5,2% para todo el año.

Pero este repunte no se traduce en creación de empleo. El economista Juan Manuel Telechea explicó que el crecimiento está impulsado por sectores de baja demanda de mano de obra, como el agro y la tecnología, mientras que los rubros laborales más intensivos siguen en crisis.

“Esto rompe la relación habitual entre actividad y empleo. Hay crecimiento, pero sin tracción sobre el trabajo formal”, sostuvo Telechea.

Discurso oficial vs. datos concretos

Las declaraciones del presidente Milei durante la entrevista con Esteban Trebucq en LN+ contrastan abiertamente con los indicadores oficiales. Mientras el mandatario reivindica su política de ajuste como exitosa, los datos muestran un mercado laboral más precarizado, con menos empleo registrado y más trabajadores excluidos de los sistemas de seguridad social.

Así, la afirmación de un “récord de puestos de trabajo” parece quedar desmentida por las cifras concretas: el desempleo crece, el empleo formal cae, y la informalidad avanza. A pesar de una economía que comienza a mostrar signos de recuperación macroeconómica, los beneficios aún no alcanzan a los trabajadores.