La Corte Suprema de Justicia de la Nación reavivó esta semana el prolongado conflicto interno en el gremio de los gastronómicos al dejar sin efecto la anulación de las elecciones celebradas en 2021 en la seccional porteña de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA). La disputa enfrenta desde entonces a dos históricos dirigentes del sindicato: Luis Barrionuevo, líder de la Lista Azul, y su ex cuñado, Dante Camaño, respaldado por la Lista Gris.

El máximo tribunal del país hizo lugar al recurso extraordinario presentado por el apoderado de la Lista Azul, y siguiendo el dictamen del procurador Víctor Abramovich, revocó el fallo que había invalidado los comicios en la ciudad de Buenos Aires. La Corte ordenó que el juez de primera instancia dicte una nueva sentencia, ajustada a los argumentos esgrimidos por la Procuración, pero sin pronunciarse aún sobre la validez definitiva del proceso electoral.

“El fallo no implica volver a realizar las elecciones, como sostuvo erróneamente Camaño, sino que exige una nueva decisión judicial en base a las directrices establecidas por el Procurador”, señalaron desde la conducción nacional de UTHGRA, que actualmente mantiene intervenida la seccional porteña.

La aclaración apuntó a desmentir la lectura que hizo Camaño, quien celebró la resolución como una señal favorable a su liderazgo y consideró que se debía “empezar todo de nuevo”. Sin embargo, fuentes gremiales cercanas a Barrionuevo remarcaron que la sentencia de la Corte no otorga legitimidad automática a ninguno de los bandos, sino que obliga a revisar el caso con nuevos fundamentos jurídicos.

El conflicto se remonta a diciembre de 2021, cuando el Consejo Directivo del sindicato convocó a elecciones en todo el país a través de la resolución 155/21. Mientras se desarrollaban los comicios en la seccional Capital Federal, la Junta Electoral Central emitió una resolución (74/21) que suspendió el proceso en esa jurisdicción y ordenó el retiro de las urnas.

Desde entonces, se sucedieron denuncias cruzadas, impugnaciones y medidas judiciales que paralizaron el funcionamiento de la seccional, en medio de una feroz interna gremial que escaló hasta las instancias más altas del poder judicial. En diciembre de 2023, la Corte ya había aceptado analizar el caso, disponiendo entonces la suspensión del procedimiento de ejecución de la sentencia anterior.

Ahora, con el nuevo pronunciamiento del máximo tribunal, el conflicto sigue abierto y la definición sobre quién conducirá finalmente la estratégica seccional de CABA vuelve a quedar en manos de la justicia ordinaria.

Mientras tanto, el gremio continúa intervenido y las tensiones internas siguen latentes en una organización marcada por una disputa de poder que parece lejos de resolverse.