La actividad económica en Argentina sufrió una caída del 3,8% interanual en agosto, según el informe del Indec. Este descenso se produce tras un leve repunte en julio, y refleja una profundización de la crisis en sectores clave como la construcción, el comercio y la industria. En comparación con julio, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) apenas mostró una variación positiva del 0,2%.
Sectores en Crisis y Contradicciones del Modelo
Las únicas ramas que registraron crecimientos fueron las actividades primarias: la pesca creció un 17,1%, la minería un 6% y la agricultura un 4,5%. Esto evidencia el modelo primarizador que persigue el actual gobierno, pero la falta de apoyo a sectores más relevantes de la economía está llevando a una crisis estructural. Los sectores más afectados incluyen la construcción, que cayó un 18%, el comercio (7,9%) y la industria manufacturera (6,7%). Estas caídas tienen implicaciones directas en el empleo, tanto formal como informal, exacerbando la crisis social.
Perspectivas y Diagnóstico de la UIA
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), se anticipó que los datos de agosto reflejarían la recesión en su máxima expresión, luego de un leve alivio en meses anteriores. Este diagnóstico se corroboró con las cifras, donde la caída en la actividad económica se volvió evidente.
Además de la construcción, sectores como hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones, administración pública y financiero también mostraron caídas interanuales, lo que sugiere que la crisis afecta amplios frentes de la economía.
Empleo en Declive
Un informe del CEPA destaca que entre noviembre de 2023 y julio de 2024 se perdieron 260.170 empleos registrados. En agosto, las caídas interanuales en sectores como la construcción y el comercio superaron las pérdidas acumuladas desde noviembre del año pasado, lo que sugiere un deterioro acelerado.
Indicadores y Pronósticos
El EMAE, que anticipa el comportamiento del PBI, apenas creció un 0,2% en agosto en comparación con el 2,1% de julio. La utilización de la capacidad instalada se ubicó en un 61,3%, lo que representa una caída significativa en relación al año anterior. Los sectores industriales más afectados incluyen la producción de minerales no metálicos, automotriz, papel y cartón.
El gobierno proyecta una contracción del PBI del 3,5% para este año, con un rebote del 5% el próximo. Sin embargo, muchos analistas consideran que estas proyecciones son demasiado optimistas, coincidiendo con las advertencias del FMI sobre el panorama económico local.
La caída de la actividad económica en agosto refleja la complejidad de la crisis actual, exacerbada por un modelo que prioriza sectores primarios sin atender adecuadamente las necesidades de la construcción, el comercio y la industria. Esto no solo agrava la recesión, sino que también intensifica la crisis social, con consecuencias evidentes en el empleo y la calidad de vida de la población.