
Alquilar en CABA exige casi tres salarios mínimos y expone la desigualdad territorial del mercado inmobiliario
Actualidad Martes 24 de Junio de 2025
Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) reveló que para acceder al alquiler de un departamento de dos ambientes en la Ciudad de Buenos Aires, se necesitan hoy 2,7 salarios mínimos, es decir, más de $850.000 mensuales, en un contexto en el que el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) asciende a $317.800 desde el 1° de julio.
Los datos reflejan una brecha creciente entre ingresos y costos de vivienda, con los alquileres acumulando un incremento del 16,9% en lo que va del año, por encima de la inflación general, estimada en 12,9%. En contraste, el salario mínimo sigue rezagado y deja de ser una referencia realista para cubrir necesidades básicas como el acceso a la vivienda.
Costos que no se detienen
El informe también destaca que las expensas promedio alcanzan los $140.000, lo que representa un aumento interanual del 66% y suma un 17% adicional al valor de los alquileres. En conjunto, estos costos consumen el 60% del salario promedio formal (RIPTE), sin contar servicios como luz, gas o agua.
Según el Índice de Accesibilidad Inquilina del CEM, que mide la carga habitacional, inflación y la disponibilidad de viviendas, se registró una leve mejora en mayo gracias a la baja del dólar MEP. Sin embargo, el acceso sigue restringido y desigual, con una oferta concentrada en zonas del norte porteño, donde los precios son más altos.
Un mercado cada vez más excluyente
Durante mayo se registraron 17.287 unidades en alquiler, un incremento mensual del 4,4%, pero que representa una caída del 17% respecto a junio de 2024. Aunque menos del 40% de los avisos se publicaron en dólares, el CEM advierte que no hay aún una tendencia clara hacia la desdolarización del mercado, lo que sigue afectando la previsibilidad de los inquilinos.
Palermo, Recoleta, Belgrano y Caballito concentran la mayoría de la oferta, mientras que barrios del sur como Villa Soldati, Villa Riachuelo o Villa Real apenas cuentan con cinco publicaciones activas cada uno. Esto pone en evidencia una desigualdad territorial estructural que limita el derecho a la vivienda en condiciones equitativas para los sectores de menores ingresos.
“El mercado no responde a las necesidades habitacionales más urgentes: las opciones accesibles escasean, especialmente para familias que requieren más ambientes o mayor superficie. A mayor oferta, mayor precio, y la localización termina determinando quién puede y quién no puede alquilar”, concluye el informe.