La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) encendió una señal de alarma ante la paralización de las obras del Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), un proyecto clave para la infraestructura energética nacional. Según denunció el gremio, 1.800 trabajadores se encuentran en situación de extrema incertidumbre laboral debido a un conflicto entre la provincia de Río Negro, la empresa contratista SACDE–Techint y la compañía comitente YPF.

El oleoducto, que contempla una traza de 437 kilómetros entre Allen y Punta Colorada y la construcción de un nuevo puerto para la salida de petróleo no convencional, quedó completamente detenido desde el jueves 4 de diciembre. La paralización dejó a cientos de operarios en los obradores, muchos de ellos imposibilitados de regresar a sus lugares de residencia por las grandes distancias.

En un comunicado oficial, UOCRA denunció que la actual situación “mantiene a los trabajadores de rehenes en los obradores, además de poner en riesgo sus salarios y su continuidad laboral”.

Paralización por infracciones y conflicto institucional

Según explicó el gremio, la autoridad laboral de Río Negro dispuso la interrupción total de los trabajos tras detectar supuestas infracciones en materia de seguridad e higiene, así como incumplimientos a la ley provincial que exige un cupo del 80% de mano de obra local y 20% foránea.

La decisión desencadenó un conflicto entre la provincia, SACDE–Techint (a cargo de la ejecución de la obra) y YPF, que comanda el proyecto.

Exigencias del gremio: repatriar a los trabajadores y garantizar salarios

Mediante una nota elevada a la Secretaría de Trabajo rionegrina, la UOCRA solicitó medidas inmediatas para proteger a los operarios:

• Traslado urgente a sus domicilios para todo el personal que no sea requerido para tareas de emergencia, conservación o reparación.

• Que las empresas involucradas asuman los costos del traslado y la permanencia de los trabajadores hasta el reinicio efectivo de las obras.

• La garantía del pago de los jornales caídos, ya que la suspensión de actividades responde a causas ajenas a la voluntad de los trabajadores.

Además, el gremio reclamó el levantamiento inmediato de la paralización, al considerar que la medida termina afectando injustamente a los operarios, quienes quedan atrapados en una disputa institucional y empresarial que no les compete.

Preocupación por el impacto social y económico

La construcción del VMOS es una obra estratégica para aumentar la capacidad de transporte de crudo de Vaca Muerta y dinamizar el empleo en la región. La posibilidad de que el conflicto se prolongue y derive en un freno prolongado genera inquietud en los trabajadores, en el sector de la construcción y en las economías locales que dependen de la actividad.

Desde UOCRA reiteraron que defenderán los 1.800 puestos de trabajo y que seguirán de cerca la evolución del conflicto en busca de una solución que permita retomar las obras sin poner en riesgo los derechos laborales ni la seguridad del personal.