Crece la tensión en la planta de Acindar ArcelorMittal en Villa Constitución. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local puso en marcha este viernes un paro por tiempo indeterminado que afecta a trabajadores de empresas contratistas, con un fuerte impacto sobre tareas clave de mantenimiento y reparación en el complejo siderúrgico.

La medida fue resuelta en una asamblea de delegados y responde, según explicó el secretario general Pablo “Piparra” González, a una serie de problemáticas acumuladas: precarización laboral persistente, falta de respuesta por parte de las contratistas, incumplimiento de acuerdos y la ausencia de diálogo efectivo en los espacios formales.

Uno de los datos más alarmantes es la pérdida de 500 puestos de trabajo en los últimos dos años en la denominada Rama 17, a los que podrían sumarse otros 250 empleos actualmente en riesgo, según estimaciones del sindicato.

Un conflicto agravado por la falta de homologación salarial

El conflicto también tiene un fuerte componente salarial. A nivel nacional, la UOM alcanzó un acuerdo paritario con las cámaras empresarias el pasado 4 de junio, que incluía mejoras en los haberes del sector. No obstante, el Gobierno nacional aún no homologó ese acuerdo, bloqueando su implementación y afectando directamente los ingresos de los trabajadores.

Desde el gremio apuntan a una política oficial de resistencia a convalidar aumentos por encima del 1% mensual, en línea con la estrategia de contención inflacionaria que impulsa el Ejecutivo. Esta postura, aseguran desde la UOM, “impide a las familias trabajadoras sostener su poder adquisitivo en un contexto de crisis económica profunda”.

“Un reclamo justo y sostenido”

La seccional villense de la UOM afirmó que la protesta continuará por tiempo indeterminado hasta obtener respuestas concretas. “Se trata de un reclamo justo y sostenido en defensa de los derechos de nuestras compañeras y compañeros”, señalaron en un comunicado.

El paro paraliza sectores esenciales de la planta de Acindar y deja al descubierto la delicada situación que atraviesa la industria metalúrgica, con despidos, salarios deteriorados y una creciente tensión entre trabajadores, empresas y el Estado.

Por el momento, no se registraron convocatorias oficiales a instancias de conciliación, y la incertidumbre en Villa Constitución crece al ritmo del conflicto.