Este viernes, el gremio de Camioneros, encabezado por Hugo Moyano, se enfrentará a un nuevo round paritario con los empresarios del sector, tras un cuarto intermedio establecido la semana pasada debido a la falta de acuerdo entre las partes. La Federación de Camioneros insistirá con un aumento salarial en línea con la inflación oficial y buscará recuperar los puntos perdidos durante el trimestre anterior.

El gremio plantea un aumento de entre el 8 y el 10% trimestral, cifra significativamente superior a la pauta establecida por el Gobierno Nacional, que propone paritarias cercanas al 3% por tres meses. Este desacuerdo pone de manifiesto las tensiones entre los gremios y la administración oficial, especialmente con la inflación en alza y los trabajadores buscando recuperar poder adquisitivo.

La reunión, programada para las 11 de la mañana por la Secretaría de Trabajo, se dará en un contexto particular, ya que la Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado un paro general de 24 horas, demandando paritarias libres y la homologación total de los acuerdos salariales. Este paro es una respuesta a lo que consideran restricciones en las negociaciones entre sindicatos y empleadores, y refuerza la presión sobre el Gobierno para que permita acuerdos más flexibles.

En las últimas horas, Camioneros también ha intensificado sus comunicaciones hacia el Gobierno, exigiendo que se habiliten paritarias libres, sin la intervención de la Secretaría de Trabajo en las negociaciones entre los actores privados.

Este viernes, la audiencia será clave, con representantes de Camioneros enfrentándose a la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (FAETYL), la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (CATAC). En el acuerdo anterior, se había pactado un aumento del 5,5% trimestral, cifra que los camioneros consideran insuficiente ante el aumento de los costos de vida.

La reunión será un hito importante en las negociaciones paritarias, en un clima de creciente tensión entre los gremios y el Gobierno, a medida que las demandas laborales se cruzan con los desafíos económicos que atraviesa el país.