El presidente de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES), Jorge Claude, brindó una entrevista exclusiva desde Santiago de Chile en la que abordó con franqueza los principales retos del mercado asegurador en América Latina. Cambio climático, riesgos cibernéticos, innovación, inclusión financiera y la cultura del seguro fueron algunos de los temas centrales de una conversación que reflejó tanto preocupación como oportunidades.
Claude, una de las voces más influyentes del sector en la región, destacó que el mundo actual, marcado por crisis múltiples y amenazas crecientes, ofrece una gran posibilidad para que el seguro asuma un rol más protagónico. Pero advirtió que eso solo será posible si la industria evoluciona hacia modelos más ágiles, inclusivos y centrados en la prevención.
Catástrofes: una nueva normalidad de alto costo
El impacto del cambio climático y los eventos extremos se ha vuelto una constante. Según Claude, desde 2020 la industria global paga más de 100 mil millones de dólares anuales por catástrofes. "Es como si cada año tuviéramos dos atentados como el de las Torres Gemelas", graficó, en referencia al siniestro más costoso de la historia, que en 2001 generó pérdidas por 55 mil millones de dólares.
Frente a este escenario, el dirigente chileno remarcó la urgencia de ampliar la cobertura en la región. Hoy, solo el 25% de los daños está cubierto por seguros en América Latina, mientras que el 75% recae en los ciudadanos y el Estado.
Prevención, inclusión y educación: el tridente necesario
Claude fue contundente al señalar que la industria debe cambiar su enfoque: “El título de la canción debería ser ‘prevención’”. Propone que el diseño de productos incorpore esta lógica y que se trabaje en mejorar la educación aseguradora para generar una verdadera cultura de previsión.
En cuanto a la inclusión financiera, destacó experiencias como los seguros paramétricos recientemente habilitados en Chile, o el caso de Guatemala, donde trabajadores informales reciben compensaciones si una ola de calor les impide salir a vender. “Eso es inclusión real, y hoy contamos con los datos y la tecnología para hacerlo posible”, subrayó.
El rol del Estado y los desafíos culturales
Uno de los mayores obstáculos, según Claude, es cultural: “En América Latina, cuando ocurre una catástrofe, el gobierno interviene rápido. Eso genera la sensación de que el seguro no es necesario”. A su juicio, esto frena el desarrollo del mercado privado y desincentiva la contratación de coberturas voluntarias.
Para revertir esa tendencia, aboga por una mayor articulación entre reguladores, compañías, brokers y diseñadores de productos. “Necesitamos generar confianza y facilitar el acceso”, explicó.
Riesgos cibernéticos y la necesidad de adaptarse
Respecto a los ciberseguros, reconoció que la industria está aún en fase de aprendizaje. La amenaza es real y creciente: “Estamos combatiendo a un enemigo poderoso y organizado”, dijo, aludiendo a redes criminales sofisticadas. El doble desafío es claro: proteger a las aseguradoras y al mismo tiempo brindar coberturas sostenibles a sus clientes.
Insurtech y el futuro de los canales
En cuanto a la transformación digital, Claude ve a las Insurtech como aliadas clave: “Una aseguradora es como un portaaviones, cuesta moverla. Las Insurtech son lanchas rápidas que ayudan a innovar”. Y agregó que las nuevas generaciones esperan soluciones móviles, rápidas y sin intermediarios. “El cliente debe estar en el centro”.
Reaseguro: ajustes, pero sin crisis
En relación con el reaseguro, señaló que América Latina, por ahora, no representa un riesgo sistémico global. Aunque sí hay revisiones en condiciones de cobertura, especialmente en ciberseguridad, los reaseguradores siguen firmes y comprometidos con el desarrollo del mercado.
Costa Rica será sede de FIDES 2025
Por último, Claude anticipó que la próxima Conferencia Hemisférica de Seguros FIDES, a realizarse del 9 al 12 de noviembre en San José de Costa Rica, pondrá el foco en la innovación. “Si no estás innovando, no estás arriba del carro correcto”, afirmó, invitando a todo el sector a participar del evento.
El mensaje es claro: la industria aseguradora tiene ante sí una oportunidad histórica para reinventarse, pero debe actuar con agilidad, visión social y apertura al cambio.