La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) comenzó a delinear su impronta al frente de la Secretaría Gremial de la CGT, con el objetivo de ampliar la base de representación de la central obrera. Bajo la conducción de Osvaldo Lobato y con Horacio Otero como Coordinador Nacional, el sector adelantó que en los próximos días presentará su plan de trabajo para el primer trimestre de gestión, que incluirá la reactivación del proceso de afiliación de nuevos sindicatos a la CGT.
“La idea es volver a promover los ingresos a Azopardo, virtualmente congelados hace tres mandatos”, explicaron desde la nueva conducción. Según detallaron, existen al menos 40 organizaciones que solicitaron formalmente su incorporación a la central y nunca obtuvieron respuesta.
Entre esos pedidos figuran gremios de peso como el Sindicato de Amas de Casa, el Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares, los Jerárquicos de Comercio, los Portuarios y varios sindicatos vinculados a la energía. “Vamos a buscar que todas puedan ser parte de la CGT”, adelantaron.
El movimiento se enmarca en la visión del nuevo triunviro Cristian Jerónimo, quien en su discurso de asunción destacó la necesidad de “volver a construir una gran mayoría” y sostuvo que la CGT “debe recuperar representatividad a lo largo y a lo ancho del país, con federalismo e integración”.
Durante los últimos diez años, la estructura de conducción en formato de triunviratos y Consejos Directivos repartidos por sectores frenó el ingreso de nuevos gremios. Las secretarías gremiales, además, atravesaron procesos turbulentos: entre 2016 y 2021 renunció Pablo Moyano, y en el último período lo hizo Mario “Paco” Manrique, dejando la cartera con escasa actividad institucional.
Con esta nueva etapa, la UOM busca reactivar el vínculo con los sindicatos emergentes y responder a los desafíos del mundo laboral actual, marcado por la fragmentación, la informalidad y la aparición de nuevas actividades.
“Ampliar la base sindical es una deuda pendiente con los trabajadores y con los gremios que nacieron en los últimos años. No hacerlo sería pegarse un tiro en el pie para una CGT que debe representar cada vez más a quienes hoy están por fuera del sistema”, resumieron fuentes metalúrgicas.