“Hoy el reciclado es una necesidad y una oportunidad. Cuidamos el medio ambiente, generamos trabajo digno y le damos valor a lo que antes se desechaba sin conciencia”. Así lo asegura Fabián Framarin, secretario general nacional del Sindicato ASURA, una organización que desde hace apenas tres años trabaja para jerarquizar a miles de recicladores y recicladoras en la Argentina.

En diálogo con un medio local, Framarin profundizó sobre el valor estratégico del reciclaje, tanto por razones ambientales como económicas. “Siempre existió el reciclado, pero hoy cobra una dimensión distinta. Ya no se lo puede mirar como algo marginal: es un eje clave para el futuro sostenible del país”, afirmó.

El dirigente subrayó que el reciclado no solo implica recolectar residuos, sino también clasificarlos, procesarlos y reinsertarlos en el circuito productivo. “Hay personas trabajando en cada una de esas etapas. Y es fundamental que se los reconozca como trabajadores formales, con derechos, seguridad y salud garantizadas”.

Un gremio moderno que escucha al trabajador y al empleador

Framarin hizo hincapié en la necesidad de construir un sindicalismo moderno, que dialogue también con los empleadores para fomentar el empleo en blanco. “Cuidar al trabajador es clave, pero también hay que cuidar al empleador. Si no incentivamos a que sigan contratando y regularicen, no hay futuro para el sector”, expresó.

Desde ASURA, explicó, vienen impulsando estándares de trabajo dignos y seguros: desde ropa adecuada hasta el uso de guantes, gafas y capacitación técnica para quienes trabajan en cintas de selección. “Antes todo esto no se veía. Hoy empezamos a reconocerlo. Un trabajador bien cuidado se motiva, y esa motivación se traslada también a su familia”.

De basura a materia prima: un cambio de mirada urgente

“El reciclado no es juntar basura. Nosotros lo llamamos materia prima”, enfatizó Framarin. “Con esos residuos se puede fabricar desde ladrillos hasta gasoil. Hay municipios que entienden esta transformación, pero falta mucho. Mientras seguimos enterrando basura, en otros países vienen a comprarla. Eso debería decirnos algo”.

Además, subrayó que muchas veces los recicladores urbanos se ven obligados a vender sus materiales a precios muy bajos, sin protección ni regulación. Por eso, ASURA busca establecer una línea de precios unificada y condiciones equitativas en los depósitos. “No puede ser que quien trabaja todo el día termine regalando lo que recolectó por necesidad”, sostuvo.

El Día del Trabajador del Reciclado: un paso hacia la dignidad

Como parte de esta lucha por el reconocimiento, ASURA instituyó el 4 de marzo como el Día del Trabajador del Reciclado. “Antes no tenían ni un día que los nombre. Ahora lo tienen. Es una caricia al alma, un mensaje de que son parte esencial de esta sociedad”.

Framarin cerró con una reflexión contundente: “Este trabajo muchas veces es menospreciado, pero ¿quién se hace cargo si no pasa el recolector? Hay que jerarquizar esta tarea, dignificarla. Porque sin estos trabajadores, el país no recicla. Y sin reciclado, no hay futuro”.