
El Gobierno habilitará la importación personal de autos nuevos y usados: alerta en la industria automotriz
Actualidad Martes 17 de Junio de 2025
El Gobierno nacional avanzará con una nueva desregulación que habilita a particulares a importar vehículos nuevos y usados de manera directa, sin intermediarios ni exclusividad para marcas radicadas en el país. Así lo confirmó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en medio de crecientes tensiones con el sector automotor por los aumentos de precios y la caída de la producción local.
La medida forma parte de una serie de reformas destinadas a abrir el mercado, flexibilizando las regulaciones vigentes y reduciendo la intervención del Estado. Entre los primeros pasos dados, una reciente resolución firmada por la Secretaría de Industria y Comercio quitó al INTI y al IRAM la exclusividad en la homologación de vehículos y autopartes. En su lugar, se reconocerán certificaciones emitidas por organismos internacionales o laboratorios acreditados bajo normas internacionales, como la ISO 17025.
“Si un auto circula en Europa o Estados Unidos, vamos a asumir que acá también puede hacerlo”, explicó Sturzenegger, relativizando la necesidad de validación técnica local. Para los modelos que difieran de los estándares argentinos —como los vehículos con volante a la derecha—, se requerirá una verificación técnica vehicular (VTV) especial.
El nuevo esquema permitirá a particulares importar autos simplemente presentando una declaración jurada a través del Sistema Informático Malvina (SIM), en la que deberán garantizar que el vehículo cumple con los estándares de seguridad.
La apertura también incluye a autos usados, una posibilidad hasta ahora restringida por el régimen vigente a vehículos de colección o casos de repatriación. Aunque desde la industria dudan de su implementación plena, el antecedente del ingreso de maquinaria agrícola usada —que generó un fuerte rechazo— alimenta las preocupaciones.
El anuncio llega pocos días después de una reunión tensa entre terminales automotrices y el Ministerio de Economía, por la suba de precios en los modelos ofrecidos en el mercado interno. “Vamos a usar las herramientas que tenemos para que bajen”, había advertido el ministro Luis Caputo. En junio, las automotrices aplicaron ajustes de entre 2% y 3%.
Para las terminales locales y los trabajadores del sector, la medida es un golpe directo. El ingreso libre de vehículos del exterior amenaza con debilitar aún más una industria ya afectada por la recesión, la caída del consumo y los recortes al incentivo productivo. También pone en riesgo los contratos de representación exclusiva que muchas marcas mantienen en el país.
En paralelo, la medida genera incertidumbre entre los importadores tradicionales y concesionarios oficiales, que podrían ver erosionado su rol en el nuevo esquema. El Gobierno, en cambio, apuesta a que la competencia global haga bajar los precios en el mercado local.
La desregulación del sector automotor se inscribe en la política más amplia del Ejecutivo de Javier Milei, que promueve la apertura total de la economía y la reducción del aparato estatal. Sin embargo, crecen las voces de alarma en sectores industriales, que ven cómo las reformas avanzan sin contemplar el impacto en la producción nacional ni en el empleo.