En un giro inesperado, el Gobierno Nacional cambió su enfoque respecto a la huelga anunciada por el gremio de maquinistas La Fraternidad y, por medio de la Secretaría de Trabajo, dictó una conciliación obligatoria por 15 días. La medida, que se formalizó ante el anuncio de un paro de trenes para este miércoles, fue aceptada por el sindicato, evitando así la interrupción del servicio durante un período clave para la movilidad de los argentinos.

La Secretaría de Trabajo, que encabeza Sandra Pettovello, comunicó que la conciliación fue dictada en respuesta a los pedidos de las empresas concesionarias Ferrovías y Metrovías, de acuerdo con lo que establece la legislación vigente. El conflicto había comenzado cuando La Fraternidad confirmó un paro de 24 horas que comenzaría a la medianoche del miércoles, pero la decisión gubernamental logró suspenderlo.

En un contexto en el que la paz social es particularmente sensible debido a las festividades de fin de año, el Gobierno optó por intervenir para evitar un paro que habría afectado a miles de pasajeros en pleno diciembre. Este enfoque marca un cambio en la postura de las autoridades nacionales, que en ocasiones anteriores optaron por no intervenir en los conflictos laborales del transporte público, a pesar de contar con la facultad para hacerlo.

Según el comunicado oficial, las partes involucradas fueron convocadas a una audiencia de conciliación el 26 de diciembre, y hasta esa fecha, tanto los sindicatos como las empresas quedan inhibidos de adoptar cualquier medida de fuerza o represalia. De esta manera, el Gobierno busca garantizar la continuidad de los servicios y evitar alteraciones en el transporte público en un momento delicado para los ciudadanos.