
Denuncian vaciamiento y fuga de personal en el Complejo Atómico Bariloche, mientras el Gobierno insiste con su “Plan Nuclear”
Política gremial Viernes 12 de Septiembre de 2025
Trabajadores del Complejo Atómico Bariloche y de la planta de Pilcaniyeu volvieron a movilizarse para denunciar recortes presupuestarios, falta de pago de servicios básicos y pérdida de personal especializado, en un contexto marcado por los anuncios oficiales de un supuesto “Plan Nuclear” que aún no cuenta con financiamiento.
La protesta se realizó sobre la avenida Bustillo, donde unos 150 empleados autoconvocados del Centro Atómico repartieron volantes y exhibieron carteles con consignas como “Paren con la motosierra”, “La CNEA es de todos” y “Ciencia es soberanía”. ATE acompañó la medida, aunque la iniciativa surgió directamente de los trabajadores afectados.
Según denunciaron, la Comisión Nacional de Energía Atómica atraviesa una crisis que se traduce en salarios depreciados, renuncias constantes de técnicos e investigadores, y deudas en el pago de servicios esenciales como luz, gas, limpieza, seguridad y atención médica. En el caso del Centro Atómico Bariloche, incluso debieron negociar con la cooperativa local para evitar un corte de energía que pondría en riesgo laboratorios, experimentos y la actividad universitaria que funciona en el predio.
“Estamos viviendo un vaciamiento deliberado. No solo nos pagan sueldos que no alcanzan, también se dejan de pagar contrataciones básicas. Todo esto empuja a que profesionales formados durante años se vayan al sector privado o al exterior”, explicó Ignacio Cortés, técnico con 15 años de trayectoria en el CAB, quien señaló que su salario ronda los 1,1 millones de pesos mientras que solo el alquiler le insume más de la mitad.
La situación más crítica se registra en la planta de Pilcaniyeu, donde unas 80 personas ven afectada su labor por la interrupción de servicios médicos y transporte. Empresas tercerizadas, como la de limpieza, aseguraron no cobrar desde abril y advirtieron que no renovarán contratos.
Las medidas de fuerza se enmarcan en la contradicción entre el ajuste aplicado al sector nuclear y el anuncio que en abril hiciera el presidente Javier Milei, junto a su ex asesor Demián Reidel, sobre un “Plan Nuclear” destinado al desarrollo de reactores modulares pequeños con fines estratégicos. El proyecto, presentado como parte de la infraestructura necesaria para el crecimiento de la Inteligencia Artificial a nivel global, nunca contó con fondos ni inversores privados.
Mientras tanto, los trabajadores remarcan que se suspendieron proyectos clave como los reactores CAREM y RA-10, ambos en estado avanzado de construcción. “El Gobierno desprestigia a los científicos y está tirando por la borda más de 70 años de inversión nacional. Nos están condenando a perder soberanía tecnológica”, advirtió Cortés.