El exministro de Trabajo, Carlos Tomada, lanzó duras críticas contra la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. En declaraciones a FM La Patriada, sostuvo que la iniciativa “favorece a las grandes empresas”, “no resolverá los problemas del empleo” y “volverá a aumentar la desocupación y la informalidad”.

“Lo que me preocupa es que hay una penetración en el sentido común: mucha gente compró ese discurso”, señaló. Y advirtió que, cuando el proyecto llegue al Congreso, “habrá muchas manos que se van a levantar, de La Libertad Avanza y de los supuestos oficialistas-opositores”.

“No es la indemnización el problema”

Tomada cuestionó el argumento económico que sostiene la reforma, particularmente la reducción de indemnizaciones. “Plantean que hay que bajar las indemnizaciones para generar empleo, pero eso ya se probó en los ‘90 y lo único que pasó fue que aumentó la desocupación y la informalidad”, remarcó.

El exfuncionario recordó que “en Argentina se crearon tres millones de empleos formales cuando estaba vigente la doble indemnización”, y que más de cien países aplicaron reformas similares “sin que en ninguno se haya generado empleo”.

Convenios y “ultractividad”

Uno de los puntos más cuestionados por Tomada fue la posible eliminación de la ultractividad de los convenios colectivos, es decir, la continuidad de los acuerdos laborales mientras no se renuevan. Según explicó, “si eliminás la ultractividad, el empresario puede decirte que si querés aumento de salario tenés que entregar el derecho a vacaciones o al aguinaldo. Si no aceptás, te quedás sin nada porque se cae el convenio”.

“La llamada industria del juicio desaparece rápido si las empresas cumplen con la ley vigente, si no evaden ni disfrazan contratos”, añadió. “En la provincia de Buenos Aires, sobre 1,5 millones de trabajadores registrados, sólo hubo un 5% de juicios laborales, y seguramente porque los despidieron o no les pagaron lo que correspondía.”

Críticas al modelo económico

Tomada también rechazó el uso de las pymes como argumento para flexibilizar derechos laborales. “Ese discurso ya es viejo. Las pymes lo que necesitan es una reforma tributaria progresiva, no una reforma laboral. Estas medidas terminan beneficiando a las grandes empresas, porque este gobierno responde a las corporaciones”, afirmó.

Según datos citados por el exministro, “desde que este gobierno asumió desaparecieron 18.000 empresas y se perdieron más de 200.000 empleos registrados”. En esa línea, planteó que “esto no se arregla con una reforma laboral, sino con un modelo productivo que fomente la economía del conocimiento y agregue valor”.

“El mundo de Caputo es hacer plata con plata. Es el mundo financiero, que no necesita trabajadores ni trabajadoras”, remarcó con ironía.

“Cuando asumamos, la derogamos”

Finalmente, Tomada llamó a construir una alternativa política que revierta las medidas del actual gobierno:

“Un gobierno nacional y popular tiene que avisar desde ahora que cuando asumamos vamos a derogar esta reforma. Hay que hacer una nueva, que proteja a los trabajadores de plataformas, mejore la salud y seguridad laboral, y recupere el salario. La informalidad no llegó para quedarse.”