En medio de un fuerte ajuste sobre el sistema universitario, las federaciones docentes se movilizan nuevamente. Desde la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) adelantaron que se está organizando una nueva Marcha Federal Universitaria para mayo, con el objetivo de visibilizar la crítica situación salarial de docentes y no docentes, y exigir un mayor financiamiento estatal para las universidades públicas.

Federico Montero, secretario de Organización de CONADU, señaló en una entrevista con AM530 que “el sistema universitario argentino ha empeorado significativamente” desde la asunción del gobierno de Javier Milei. Según denunció, la decisión del Ejecutivo de prorrogar el presupuesto de 2024 sin presentar uno nuevo para este año dejó a las casas de estudio sin los recursos necesarios para funcionar con normalidad. A esto se suma la suspensión de las negociaciones paritarias y la imposición de aumentos salariales por decreto, los cuales son considerados insuficientes frente a la inflación.

“El deterioro de la universidad pública no es casual ni circunstancial. Forma parte de un modelo que busca debilitar al sistema educativo como herramienta de inclusión y desarrollo”, advirtió Montero. En ese marco, planteó la necesidad de redoblar la movilización en las calles y en el Congreso, y reclamó una representación política “a la altura del desafío que enfrentamos”.

La Marcha Federal, que aún no tiene una fecha confirmada, buscará reeditar la masiva convocatoria de abril, que congregó a cientos de miles de personas en defensa de la educación pública. Esta vez, el eje estará puesto en la situación de los trabajadores universitarios, que según los gremios han perdido más del 40% de su poder adquisitivo en lo que va del año.

Desde CONADU también enfatizaron que la defensa de la universidad no puede quedar limitada al ámbito académico. “Tenemos que sumar a toda la sociedad en esta lucha. No se trata de salvar a la universidad sola, sino de sostener un modelo de país con producción, ciencia y conocimiento”, afirmó Montero. Y recordó que el sistema universitario argentino, junto con su comunidad científica, ha sido clave en momentos críticos de la historia reciente.

Mientras tanto, el conflicto universitario sigue creciendo y ya se multiplican las asambleas, clases públicas y acciones de visibilización en distintos puntos del país. Con salarios por debajo de la línea de pobreza y presupuestos congelados, el sistema de educación superior entra en una etapa de fuerte confrontación con el gobierno nacional.