La crisis económica que golpea a la Argentina se refleja con crudeza en los hábitos de consumo de millones de familias. Según la economista Celeste Sánchez, especialista en economía del hogar, el 50% de los hogares no logra cubrir sus gastos básicos mensuales, mientras que un abrumador 97% de la población está endeudada.

“Lo que estamos viendo es alarmante. Hoy financiar la comida con tarjeta de crédito se convirtió en el termómetro del desastre económico que atravesamos”, señaló Sánchez en declaraciones públicas.

La especialista destacó que el uso del crédito, que históricamente se destinaba a compras puntuales o bienes durables, ahora se ha vuelto una herramienta de subsistencia. “Ir al supermercado o cargar nafta para ir a trabajar con tarjeta ya no es una excepción, es la norma para muchos”, advirtió.

Aunque algunos sectores de la población aún conservan cierta capacidad adquisitiva —reflejada en viajes o inversiones menores—, Sánchez subrayó que conviven realidades muy diferentes. “Mientras unos pocos pueden permitirse pequeños lujos, la mayoría enfrenta situaciones extremas: comen una sola vez al día, dejan de tomar medicación o simplemente no saben cómo llegar a fin de mes”, explicó.

La situación, según la economista, deja al descubierto un deterioro social profundo, que trasciende lo económico. “El endeudamiento masivo, especialmente para cubrir necesidades esenciales, refleja no solo una crisis del consumo, sino una emergencia humanitaria silenciosa”, concluyó.

El análisis se suma a otras voces que advierten sobre el creciente empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad, en un contexto de recesión, caída del poder adquisitivo y aumento del costo de vida.