El Hospital Garrahan, emblema de la atención pediátrica en Argentina, se encuentra en el centro de una creciente polémica luego del cierre de su tradicional residencia de pediatría. La medida se produce tras la reciente reforma del Sistema Nacional de Residencias Médicas impulsada por el Ministerio de Salud, que transforma estos espacios de formación en becas sin relación laboral formal.

Los médicos en formación denuncian que el nuevo esquema, oficializado mediante la Resolución 2109/2025, implica una degradación de derechos laborales y convierte las residencias en un sistema de trabajo sin cobertura ni garantías. “Nos están ofreciendo una beca, no un empleo. Perdemos obra social, aportes jubilatorios, aguinaldo, licencias. No hay estabilidad, ni reconocimiento por nuestra tarea”, señalan los residentes en un comunicado difundido públicamente.

La reforma establece dos nuevas modalidades de ingreso: "Beca Institución" y "Beca Ministerio". En ambos casos, los cargos dejan de ser considerados puestos de trabajo y pasan a tener un carácter estrictamente formativo, sin vínculo de dependencia. Aunque incluyen una asignación económica mensual, esta ya no representa un salario con derechos adquiridos. En el caso de optar por una cobertura de salud o jubilación, será el propio residente quien deba asumir esos descuentos.

Desde la cartera de Salud sostienen que el objetivo de la normativa es “modernizar el sistema” y dotarlo de mayor “flexibilidad”, sin afectar la calidad de la formación médica. Sin embargo, en el Garrahan —hospital de referencia nacional e internacional en pediatría— la decisión fue vivida como un retroceso alarmante.

La residencia cerrada era considerada una de las más prestigiosas del país. La reacción entre los profesionales fue inmediata. Médicos, ex residentes y trabajadores del hospital expresaron su preocupación por el impacto que esta medida tendrá en la atención pediátrica pública y en la formación de nuevas generaciones. “Sin residentes, el hospital no funciona. Sostenemos buena parte del sistema con nuestra labor diaria”, advirtieron.

El conflicto reaviva el debate sobre la precarización laboral en el ámbito de la salud pública, especialmente en momentos en que el país enfrenta una crisis estructural en su sistema sanitario. Mientras tanto, el Garrahan —símbolo de excelencia y formación médica— se convierte en escenario de una disputa que toca el corazón de las políticas de salud y el futuro profesional de cientos de jóvenes médicos.