Bajo la consigna “No es un lujo, es un derecho”, organizaciones sociales nucleadas en la FENAT y el Frente Barrial de las dos CTA realizaron este miércoles una protesta frente a la residencia del secretario de Turismo, Daniel Scioli, en el barrio de Villa La Ñata. El reclamo se centra en la restitución del programa de Turismo Social, abandonado por el Gobierno, y advierten que podrían acampar en el lugar durante el verano si no obtienen respuestas.

El eje de la demanda es la paralización de políticas históricas que garantizaban el acceso a vacaciones dignas para sectores populares, como los complejos turísticos de Chapadmalal y Embalse, que este año no recibieron a ningún contingente organizado desde los movimientos sociales.

Juan Vitta, referente de una de las organizaciones convocantes, explicó que miles de familias trabajadoras solían organizarse cada año para costear su transporte y hospedarse en esos destinos accesibles. “Durante más de una década viajamos con esfuerzo, pagando nuestra estadía. Este año no pudimos organizar ni un solo contingente. No vamos a resignarnos a perder algo que fue una conquista”, expresó.

Reclamo con historia y contenido emocional

La protesta frente a la casa de Scioli fue el resultado de reiterados intentos de diálogo con la Secretaría de Turismo que, según denunciaron, no obtuvieron ninguna respuesta concreta. “Hoy vinimos a dejar el primer aviso. Si no hay soluciones, vamos a volver. Y no descartamos instalar un acampe durante el verano”, advirtió Vitta.

Más allá del reclamo material, los manifestantes pusieron el foco en el valor simbólico y emocional del turismo accesible. Durante la jornada se compartieron testimonios que reflejan lo que estos viajes significaban para muchas familias: “Una compañera joven contó cómo ayudó a su madre con discapacidad a cumplir el sueño de ir a Chapadmalal. Otra dijo que nunca podría haber viajado con sus cinco hijos si no existía ese programa”, relataron desde las organizaciones.

El reclamo apunta a que el derecho al descanso y al esparcimiento no quede reservado solo a quienes pueden pagarlo. “Siempre luchamos por lo urgente —la comida, el trabajo, los servicios básicos— pero no queremos dejar de luchar por lo que nos hace felices”, concluyeron los voceros de la jornada.

Por ahora, la Secretaría de Turismo no emitió declaraciones sobre el reclamo.