Una nueva jornada de protesta frente al Congreso de la Nación terminó en incidentes cuando efectivos de la Policía Federal reprimieron a jubilados y referentes religiosos que participaban de la tradicional marcha de los miércoles. Entre los detenidos se encontraba el sacerdote Paco Olveira, reconocido por su compromiso con los sectores más vulnerables y su acompañamiento espiritual a los manifestantes.

Lo que comenzó como una concentración pacífica para reclamar mejoras en los haberes jubilatorios se transformó en un escenario de tensión y violencia. El operativo policial, dispuesto bajo el protocolo antipiquete, impidió que los manifestantes ocuparan parte de la calzada de avenida Rivadavia y derivó en forcejeos, empujones y escenas de represión.

“Solo queríamos orar y acompañar a los jubilados que piden algo tan básico como una vida digna”, relató uno de los pastores presentes.

Según testigos, el padre Olveira intervino para calmar los ánimos, pero terminó siendo reducido por los efectivos. “No me detuvieron por ser cura, pero tengo una herida en la cabeza”, denunció el sacerdote en declaraciones a Crónica, tras ser liberado.

Las imágenes captadas por los canales de televisión muestran momentos de extrema tensión, con manifestantes golpeando vallas y efectivos de Infantería y Gendarmería impidiendo su avance. “Son unos animales”, gritó una mujer mientras los jubilados intentaban resistir la represión.

El Gobierno de Javier Milei ha sido cuestionado por su política de seguridad frente a las manifestaciones sociales, que en los últimos meses incluyeron desalojos de acampes, persecución a dirigentes sociales y ahora, la detención de referentes religiosos durante una oración pública, hecho que diversos sectores calificaron como un acto de intolerancia hacia la fe cristiana.

Mientras tanto, el reclamo de los jubilados sigue siendo el mismo: una recomposición real de sus ingresos frente al aumento del costo de vida. Actualmente, el haber mínimo se ubica en $333.058,39, más un bono extraordinario de $70.000, que lleva el ingreso total a $403.058,39.

Pese a los incidentes, las agrupaciones que integran la Marcha de los Miércoles confirmaron que continuarán con las movilizaciones semanales. “No vamos a dejar de reclamar por nuestros derechos ni de rezar por un país más justo”, expresó uno de los organizadores.

La represión de hoy no solo dejó heridos y detenidos: dejó al descubierto el creciente clima de hostilidad del Gobierno hacia la fe popular y los espacios cristianos que acompañan las luchas sociales.