En una decisión que ha generado un profundo rechazo en diversos sectores de la sociedad, el gobierno de Javier Milei anunció que Argentina se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque la medida aún debe pasar por un proceso legislativo interno, ha sido calificada de «criminal» por la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), que la considera un retroceso grave para las políticas sanitarias del país.

La organización gremial, que agrupa a profesionales de la salud, criticó fuertemente la medida, señalando que no tiene «fundamento técnico alguno» y que representa un ataque directo a la salud y la vida de la población argentina. A través de un comunicado, Fesprosa subrayó que la salida de la OMS privaría al país del acceso a recursos clave, como la distribución de insumos en emergencias sanitarias y la cooperación internacional en el análisis y control de enfermedades.

La federación también vinculó esta decisión con los recientes despidos en el sector salud, advirtiendo que se trata de una estrategia más en la «destrucción del Estado desde adentro». Además, señalaron que los expertos argentinos se verán impedidos de participar en intercambios vitales con otros profesionales internacionales para analizar y mitigar enfermedades.

El rechazo a la medida se asemeja a la oposición que generó, en su momento, la decisión de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, de abandonar la OMS y suspender el financiamiento a organizaciones de ayuda humanitaria. Para Fesprosa, esta medida refleja una postura que pone en peligro la salud de los sectores más vulnerables de la población.

El gremio exigió la derogación inmediata de la medida y pidió al Congreso que actúe para evitar la implementación de lo que consideran una medida perjudicial para todos. «El ‘sálvese quien pueda’ solo beneficiará a quienes tengan los recursos económicos para acceder a la salud, mientras que el resto de la población quedará en una situación de mayor vulnerabilidad», alertaron.

Hasta el momento, el gobierno no ha detallado las implicancias específicas de la salida de la OMS, pero la medida ha causado gran preocupación tanto en la comunidad sanitaria como en la sociedad en general.