El sistema de transporte urbano del Área Metropolitana del Gran Resistencia atraviesa uno de sus momentos más críticos. La empresa San Fernando notificó que iniciará su Proceso Preventivo de Crisis (PPC) ante la Dirección Provincial de Trabajo, sumándose así a las operadoras ERSA Urbano y TCM, que ya aplican suspensiones rotativas, recortes salariales y posibles despidos.

La medida profundiza la crisis generalizada del Sistema de Transporte del Área Metropolitana (Sitam), en un contexto de congelamiento tarifario, falta de actualización de subsidios nacionales y provinciales, y negociaciones atomizadas, empresa por empresa, sin intervención directa de la Cámara de Empresarios del Transporte Automotor del Chaco (Cetach).

De los ajustes salariales a los procesos de crisis

Las dificultades comenzaron meses atrás, cuando ERSA Urbano y la UTE TCM iniciaron sus propios PPC alegando la “imposibilidad de sostener los costos operativos” frente a la inflación y la falta de asistencia estatal.

En agosto, ambas firmas acordaron un esquema que redujo los salarios a un 90% no remunerativo y 10% en blanco, calculado sobre la escala salarial de enero —no la actualizada de mayo—, además de implementar jornadas laborales reducidas, de 18 días promedio por mes, lo que implicó la pérdida de viáticos diarios de entre $8.000 y $10.000.

El resultado fue un salario de bolsillo cercano al millón de pesos, cuando según la escala vigente los choferes deberían percibir entre $1,3 y $1,4 millones.

San Fernando se suma al ajuste

Ante la falta de una solución estructural, San Fernando confirmó que presentará su propio proceso de crisis con el objetivo de replicar el esquema de ERSA y TCM. Desde la empresa admiten que no pueden sostener el plantel completo ni las frecuencias actuales si no hay una recomposición de ingresos antes de fin de mes.

La Cetach, por su parte, se desligó de las gestiones particulares, aclarando que cada empresa está actuando por separado frente al colapso financiero del sistema.

Más de 500 puestos de trabajo en riesgo

El conflicto amenaza con dejar en riesgo más de 500 empleos directos, además de afectar la frecuencia y cobertura del transporte urbano en casi todo el corredor metropolitano.

Las líneas operadas por las firmas alcanzadas son la mayoría del sistema:

• ERSA: 204, 205, 107, 101, 2, 9 y 106.

• TCM: 8, 12, 206, 111 y 3.

• San Fernando: 5 y 207.

Solo las líneas 110 y 104 permanecerían, por el momento, fuera de los procesos preventivos.

Plazo límite: 30 de noviembre

El acuerdo vigente entre ERSA y TCM vence el 30 de noviembre, y ese día se transformará en un punto de inflexión. Si la UTA no acepta una extensión del esquema de suspensiones o un nuevo acuerdo transitorio, las empresas advierten que no podrán garantizar la continuidad del servicio a partir de diciembre.

Con un sistema al borde del colapso y sin señales de intervención estatal, el transporte urbano del Gran Resistencia se encamina a una crisis social y laboral de magnitud, con impacto directo sobre miles de usuarios y trabajadores del sector.